Para mí la dignidad humana consite en que la persona humana participa ontológicamente del Ser de Dios, en tanto cuanto hemos sido por Él creado. Aquí entra perfectamente la Μίμεσις platónica En la medida que tenemos más perfección en el ser, más participamos (imitamos) de Dios. Nos encontramos ante una de las implicaciones más hermosas de la noción de participación por que nos indica que en el universo somos los seres que más intimamente participamos de las perfecciones de Dios. Podría haber sido de otra manera, pero Él ha querido darnos esta dignidad y ha puesto a nuestra disposición toda la creación para que alcancemos nuestro fin último.